Cuando realizamos algún tipo de actividad, ya sea física o de cualquier tipo, siempre nos aseguramos de llevar todo lo necesario encima, ¿verdad? Pues ese mismo cuidado y atención debemos tenerlo también con la energía que tiene nuestro cuerpo antes de realizar una actividad deportiva.
Y es que los alimentos que hayamos tomado previamente actúan de pilas para hacernos funcionar. Una alimentación deficitaria hará que nos falten pilas hará que no lleguemos a completar las acciones que queramos o algo peor: provocará que nos lesionemos.
Nutrición deportiva
La mejor prueba de lo que decimos son los profesionales del deporte. Todos los clubs del mundo de élite de cualquier tipo de deporte tienen contratados nutricionistas o dietistas que se encargan de la creación de dietas deportivas especiales.
Es más, la dieta de los deportistas no es la misma cada día, sino que varía dependiendo del entrenamiento que vayan a hacer ese día, de si tienen partido o competición, de si es un día libre o hay doble sesión, etc. Y es que como decíamos, la alimentación es un aspecto tan clave en el deporte como lo son el entrenamiento o el descanso.
Gasto energético realizando deporte
Cuando nuestro cuerpo realiza una actividad física, ya sea intensa o suave, éste quema hidratos de carbono y grasas que son los que le ayudan a producir la energía que necesita el esfuerzo que está realizando. La temperatura corporal también sube, pero para compensarla el cuerpo suda. Pero eso nos hace perder también hidratación.
Todo este gasto que nuestro cuerpo hará es importante prevenirlo para darle “pilas” a nuestro cuerpo de las que poder tirar en caso de necesitarlo. En caso de no tener reservas podernos sentir fatiga o dolor muscular.
¿Qué comer para qué deporte?
Dependiendo del tipo de práctica deportiva necesitaremos un tipo de alimentación u otro. Para ello debemos saber que hay dos tipos de ejercicios: el aeróbico y el anaeróbico.
Para un ejercicio aeróbico (correr, caminar, ciclismo, patinaje, etc.) necesitamos darle energía a nuestro cuerpo sobre todo a través de los hidratos de carbono ya que se consume glucógeno muscular. Alimentos como el arroz, los cereales, legumbres, patatas u hortalizas con lo ideal.
Para un ejercicio anaeróbico (pesas, gimnasia artística, baloncesto, fútbol, etc.) necesitamos una ingesta mayor de proteínas y aminoácidos. La carne (de vacuno y de cerdo), el pescado, los huevos, los quesos o los lácteos son lo ideal.
¿Y después del ejercicio?
Tras una actividad muscular lo recomendable es tomar una pequeña comida para evitar llegar a pasar un hambre exagerada que consumirá energías extra que no tenemos. Además para relajar los músculos tras el ejercicio es aconsejable consumir alimentos ricos en potasio, como los plátanos o las verduras.
En el caso de la musculación la alimentación es importante porque en caso de no tomar nada podemos llegar a perder parte del músculo que hemos ganado en ese entrenamiento. Por eso es importante tomar batidos después del entrenamientos en caso de que vaya a pasar más de una hora antes de comer, o si solo va a ser media lo ideal es tomar aunque sea un lácteo o una pieza de fruta.
Evita el consumo de grasas ya que ralentiza la recuperación de los músculos y el de alimentos con mucha azúcar. Por supuesto debes consumir mucha agua para reponer todo el líquido perdido durante la actividad física.
Para ampliar tus conocimientos te ofrecemos este interesante Jornada que ofrecemos en nuestro programa de formación del 2º cuatrimestre: