Elegir una actividad deportiva

Al empezar un nuevo curso, tenemos que planificar nuestros horarios de clase, horas de estudio, ocio, etc ; creo que es un buen momento para guardarnos un hueco en nuestra agenda para la actividad física y el deporte, todos sabemos de los beneficios y bondades de la actividad física, pero creo que hay algunas cosas que no conviene olvidar:

  • El deporte no hace magia, y menos inmediatamente.
  • Debemos adaptar la actividad física a nuestra edad, objetivo y condición física actual.
  • Adaptar nuestra dieta a las actividad habitual y como no, a nuestra actividad física elegida.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es recomendable practicar como mínimo, dos horas y media de actividad física aeróbica moderada, como caminar o hacer bici, o una hora y cuarto más intensa a la semana.

Imprescindible escoger una actividad física que te guste

Disfrutar haciendo algo es esencial para mantener el hábito. Comenzar a practicar deporte con un grupo de gente con quien estés a gusto será clave para adentrarte en este ámbito. La DIVERSIÓN es el ingrediente básico de cualquier actividad, pero en el deporte y la actividad física es fundamental, además intentaremos que la actividad elegida mejore nuestra salud y bienestar, con estos tres ingredientes básicos:

  • Actividad cardiovascular ( cardio)
  • Fuerza
  • Flexibilidad

Una vez seleccionado el deporte perfecto para revitalizar tu organismo, no te impacientes por ver los resultados. Habitúate a la actividad física, pero sin prisas. Cualquier ejercicio, por sencillo que parezca, realizado en una medida adecuada, tendrá repercusiones positivas para tu organismo, aunque los beneficios tarden en aparecer.

Actividad cardiovascular

Para reactivar tu actividad cardiovascular puedes optar por correr, nadar, montar en bicicleta por tu cuenta, pero una manera de motivarse es acudir a las actividades con monitor, actividades como spinning, aerobic, etc.

Algunos expertos matizan la importancia de combinar la fuerza durante las sesiones de cardio, puesto que estos ejercicios requieren mayor gasto energético o, lo que es lo mismo, queman más calorías y durante más tiempo. Además, las actividades que potencian la fuerza corporal ayudan a contrarrestar las asimetrías que puedas provocar en el día a día, y más aún si mantienes posturas incorrectas durante tus horas de estudio, clases, etc.

Para incrementar la fuerza

El trabajo para la mejora de la fuerza es básico para la mejora de nuestro bienestar, en los últimos años se ha descubierto que este tipo de actividad es un gran consumidor de calorias, y que además, combinado con el trabajo cardiovascular intensifica sus beneficios, y nos ayudará a evitar lesiones, sobrecargas, etc.

La actividad más habitual para la mejora de la fuerza es la musculación en sala, pero existen otras como el crossfit, bars training, etc..

Flexibilidad para el día a día

En cuanto a la flexibilidad, trabajarla contribuirá a mejorar la movilidad de los músculos, tendones, articulaciones y huesos, así como a lograr su máxima longitud. Potenciar la flexibilidad tiene una gran incidencia en las actividades cotidianas.

El deporte perfecto y la pérdida de grasa

Mantener la constancia y no rehuir del progresivo aumento de la intensidad de los ejercicios será algo que también te ayudará a incorporar en tu vida, y de una manera agradable, la actividad deportiva, te hará sentir mejor. La intensidad con que practicas ejercicio debe ir incorporándose paulatinamente y con el asesoramiento de un profesional.

Por último, no olvides que la actividad física no es unicamente, corre, jugar al padel o salir en bici. Los ejercicios saludables comprenden también actividades que puedes incluir en tu vida cotidiana, como subir escaleras o desplazarte en bicicleta. Así que si no te gusta el deporte, escoge otros hábitos para aportarle a tu organismo la dosis de actividad física diaria, lo notarás en tu bienestar y en tu salud. Las posibilidades para combatir el sedentarismo son infinitas.